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El síndrome metabólico y su relación con los trastornos mentales graves

23 - 03 - 2023

El síndrome metabólico y su relación con los trastornos mentales graves

INVESTIGACIÓN | GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO

Autor: Jorge Marredo Rosa. Psicólogo investigador. Coordinador del área de Gestión del Conocimiento que presta sus servicios a través de Eulen Servicios Sociosanitarios S.A.

No es exagerado afirmar que el síndrome metabólico se ha convertido en una preocupación de salud pública prácticamente a nivel mundial debido a su alta prevalencia y su relación con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2. Algunas cifras recientes indican que:

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  • Según la Organización Mundial de la Salud a nivel mundial, se estima que alrededor del 25% de la población adulta tiene síndrome metabólico.
  • La Sociedad Europea de Cardiología señala que, en Europa, la prevalencia del síndrome metabólico varía según el país y la región, pero se estima que la media se sitúa en torno al 20%.
  • En España, según un estudio realizado en 2019 por la Revista Española de Cardiología, la prevalencia del síndrome metabólico en la población adulta es del 34,7%.

Podemos definir el síndrome metabólico como la presencia de tres o más de los siguientes factores de riesgo metabólicos: obesidad abdominal, hipertensión arterial, resistencia a la insulina, hipertrigliceridemia, esto es niveles altos de triglicéridos en sangre; y colesterol HDL bajo. La obesidad abdominal, medida por la circunferencia de la cintura, es sin duda el factor de riesgo más importante del síndrome metabólico.

Los trastornos mentales graves, como la esquizofrenia y el trastorno bipolar, se han asociado con un mayor riesgo de síndrome metabólico, siendo diversos los estudios que han demostrado que las personas con trastornos mentales graves tienen una mayor prevalencia de obesidad abdominal, hipertensión arterial, dislipidemia y diabetes tipo 2 en comparación con la población general.

La relación entre los trastornos mentales graves y el síndrome metabólico se puede explicar en parte por los efectos secundarios de ciertos medicamentos utilizados para tratar estos trastornos. Por ejemplo, los antipsicóticos de segunda generación se han asociado con un aumento del apetito, aumento de peso, dislipidemia y resistencia a la insulina. Además, debido a diversos factores, las personas con trastornos mentales graves pueden tener dificultades para mantener un estilo de vida saludable, lo que también contribuye al desarrollo del síndrome metabólico.

Por tanto, el tema del síndrome metabólico en personas con trastornos mentales graves es importante y relevante por varias razones que podemos resumir en las siguientes:

  • Alta prevalencia: el síndrome metabólico es común en personas con trastornos mentales graves y aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2.
  • Efectos secundarios de los medicamentos y estilo de vida poco saludable: algunos de los medicamentos utilizados para tratar los trastornos mentales graves pueden contribuir al desarrollo del síndrome metabólico, junto con un estilo de vida poco saludable, como la falta de actividad física y una dieta poco saludable.
  • Complicaciones a largo plazo: el síndrome metabólico puede tener complicaciones graves a largo plazo, como enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular, insuficiencia renal y ceguera.

Factores de riesgo del síndrome metabólico en personas con trastorno mental grave

Los factores de riesgo del síndrome metabólico en personas con trastornos mentales graves son diversos y complejos. Así, como se ha indicado, algunos de los medicamentos utilizados para la intervención en trastornos mentales graves pueden aumentar el riesgo de síndrome metabólico debido a efectos secundarios como aumento de peso, dislipidemia, resistencia a la insulina y aumento del apetito. Por otro lado, las personas con trastornos mentales graves que tienen un estilo de vida poco saludable aumentan el riesgo de obesidad y otros factores de riesgo metabólicos. Además, la presencia de otras condiciones médicas concomitantes, como hipertensión arterial, diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular, también puede contribuir al desarrollo del síndrome metabólico.

Por otro lado, algunos estudios sugieren que los trastornos mentales graves y el síndrome metabólico pueden tener una base genética común que aumenta el riesgo de desarrollar ambas condiciones. Sin embargo, se necesita más investigación para comprender completamente esta relación.

Por último, conviene aclarar que los factores de riesgo pueden variar en cada persona y que la presencia de uno o más factores de riesgo no necesariamente significa que se desarrollará el síndrome metabólico.

Relación entre nutrición y síndrome metabólico en personas con trastornos mentales graves

La nutrición es un factor clave en la prevención y el tratamiento del síndrome metabólico en personas con trastornos mentales graves. Una dieta saludable puede ayudar a controlar el peso, reducir la presión arterial y mejorar los niveles de lípidos en sangre, lo que puede prevenir o retrasar la aparición del síndrome metabólico. Por tanto, se recomienda que las personas con un diagnóstico de trastorno mental grave sigan una dieta saludable y equilibrada, que incluya una variedad de alimentos frescos, enteros y nutritivos. Una dieta saludable para el síndrome metabólico debe incluir:

  • Verduras y frutas: son ricas en fibra, vitaminas y antioxidantes, y pueden ayudar a controlar el peso y reducir la presión arterial.
  • Grasas saludables: las grasas saludables, como los ácidos grasos omega-3, se encuentran en pescados grasos, nueces, semillas y aceites vegetales saludables, como el aceite de oliva. Estos nutrientes pueden mejorar la salud cardiovascular y reducir la inflamación.
  • Proteínas magras: las proteínas magras, como el pollo, el pescado, los frijoles y las legumbres, pueden ayudar a controlar el peso y reducir la inflamación.
  • Carbohidratos saludables: los carbohidratos saludables, como los granos enteros, las frutas y las verduras, pueden proporcionar energía y nutrientes importantes sin aumentar el azúcar en sangre.

Como se puede suponer se deben evitar en la medida de lo posible los alimentos ricos en grasas saturadas y trans, así como los alimentos procesados y azucarados, ya que estos alimentos pueden aumentar el riesgo de obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares.

Por otro lado, algunos nutrientes específicos pueden ser beneficiosos para la salud metabólica, por ejemplo, los estudios sugieren que la vitamina D puede mejorar la salud cardiovascular y reducir el riesgo de diabetes tipo 2 en esta población. También se ha demostrado que los suplementos de omega-3 pueden reducir los niveles de triglicéridos y mejorar la salud cardiovascular. Algunos otros nutrientes que pueden ser beneficiosos para la salud metabólica son:

  • La fibra, que se encuentra en alimentos como las frutas, verduras, legumbres, nueces y semillas, es importante para la salud metabólica porque ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre y reduce los niveles de colesterol.
  • El magnesio, que se encuentra en alimentos como los frutos secos, las semillas, los granos enteros y las verduras de hojas verdes, puede mejorar la resistencia a la insulina y reducir la presión arterial.
  • El cromo, que se encuentra en alimentos como la carne, los cereales integrales y las verduras, puede mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir el riesgo de diabetes tipo 2.

Llegados a este punto es importante tener en cuenta que la nutrición no es el único factor que contribuye al síndrome metabólico, así la falta de actividad física, el estrés crónico y la falta de sueño también pueden contribuir al desarrollo del síndrome metabólico.

La intervención en síndrome metabólico

La intervención en el síndrome metabólico en personas con trastornos mentales graves puede ser compleja y varía según las necesidades individuales de cada persona. Por lo tanto, es esencial que se realice una evaluación completa y regular de los factores de riesgo metabólicos para identificar cualquier cambio en el estado de salud y tomar las medidas necesarias para prevenir la aparición de complicaciones.

En cuanto a los cambios en el estilo de vida, la adopción de una dieta saludable y ejercicio regular puede ser muy efectivos para prevenir y tratar el síndrome metabólico en personas con trastornos mentales graves. No obstante, en algunos casos, los cambios en el estilo de vida no son suficientes para controlar los factores de riesgo metabólicos. En este caso, se puede utilizar intervención farmacológica para controlar la presión arterial, los niveles de lípidos en la sangre y la glucemia. Los medicamentos utilizados para tratar el síndrome metabólico en personas con trastornos mentales graves suelen incluir antidiabéticos, hipolipemiantes y antihipertensivos, entre otros.

En resumen, la intervención en el síndrome metabólico en personas con trastornos mentales graves debe ser individualizada y basada en las necesidades y preferencias de cada persona. Los cambios en el estilo de vida, como la adopción de una dieta saludable y ejercicio regular, son los pilares fundamentales de la prevención y el tratamiento del síndrome metabólico en esta población.

Finalmente, la importancia del seguimiento profesional regular no puede ser subestimada en la prevención y el tratamiento del síndrome metabólico, ya que es fundamental que los médicos y enfermeros evalúen cuidadosamente los factores de riesgo metabólicos y ajusten el plan de tratamiento según sea necesario para prevenir la aparición de complicaciones. En resumen, la prevención y el tratamiento del síndrome metabólico requiere un enfoque integral y personalizado que incluya cambios en el estilo de vida, medicamentos y seguimiento profesional regular.

Bibliografía

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